modo de vida
Un grupito muy tierno
El grupo de los miércoles a las 7 de los Talleres de Poesía Contemporánea que defiendo desde hace más de 2 décadas, me ha regalado vino, torrijas (no muy tradicionales) y coquitos… pero también su cariño, su afecto, su ternura en forma de unos textos que recorren mi vida imaginada por cada una de las siete personas participantes:
- Melody Weitz: mi nacimiento (con su extraordinaria visión de rayos equis gatunos)
- Adriana Calvo: mi infancia (plagada de humor y más triste de lo que ella cree)
- Caro de Arana: mi adolescencia (la clavó, todo sea dicho)
- Dani Laseca: mi universidad (donde, por extrañas razones, aflora el fútbol y me escasa ambición económica)
- Éttore Ravina: mi adultez (y mi profesión de farero poético o puerto clandestino)
- Pablo Preciado: mi vejez (a la que se supone aún no he llegado ;-))
- Carla Cabrera: mi muerte (con la valentía que supone lanzarse a algo así)
Me hizo gracia la descripción que me dio después Éttore sobre cómo había hablado con una IA para generar la portada, que obviamente creyó que mi nombre era italiano, además de su autodenominación como:
Grupo anodino de «homogéneos», «inconstantes» y «simpáticos».
Me pidieron hace un par de semanas que definiese «Su grupo» con tres adjetivos. Y elegí estos tres, pero aplicados al grupo, cabe matizar, pues no es que todas las personas que lo conforman sean homogéneas (consigo mismas), pero quizá es el más centrado alrededor de la media de edad, que ronda los 35 años, creo, pero con una pequeñísima desviación típica; ni todas las personas son inconstantes, pero el grupo es muy variable en cuanto a asistencia y compromiso con la poesía se refiere, aunque no con la ilusión, que siempre llevan puesta, constantemente.
En cuanto a «simpáticos», me permití la broma de puntualizar que me refería al grupo y no a los integrantes del mismo… pero porque sé que tienen un sentido del humor en el que esa broma no desentona. Tampoco afirmé que alguna de las personas que atiende no sea simpática… pero dejé en el aire la duda, supongo. 😛
He de añadir que es, quizá, el grupo más inesperado (no esperaba que se consolidase en el tiempo) que me haya encontrado, con un cariño personal que me enternece y me inspira, a su vez, cariño de vuelta (esta vez a cada una de las personas), un grupo generoso y divertido, gamberro, juguetón (aunque muy poco en su poesía) y con unas ganas de quererse que les puede convertir en una auténtica joya para la memoria… para esa vejez que pasaré recordándoles, antes de dar un salto cuántico y morir, feliz de haber vivido como quería vivir, libre y rodeado de poesía.
Se lo debo, en parte, a cada una de estas estupendísimas personas.
En Clave de Po(esía) ya ha pasado las dos décadas

Hoy viernes a las 19:00. Hasta las 21:00 (puntualmente terminadas). Después charlaremos…
Otro mes más proponiendo una actividad agradable e interesante, a la par que divertida, de diversos versos…
Desde que lo pusimos en marcha en el 2003, ha cambiado de salas y de formato (hace tiempo, incluso, era «cerveza y poesía») pero siempre tiene el mismo propósito: ser un espacio-tiempo dedicado a compartir poesía sin intención de ser un recital, donde un grupo «especial» de personas se pone o expone bajo los focos o sobre un escenario a dirigirse a un grupo más o menos pasivo.
Esto es tan solo un encuentro, una reunión entre pares sin par para leernos o escucharnos… Y disfrutar de una tarde diferente.
#poesía #recital #tertulia #lectura #lecturas #cosasquehacerenmadrid #clave53 #poesiacontemporanea #contemporarypoetry
Poema Cifrado
Programa para «cifrar» con un básico «Cifrado César», modificando letras por otras letras.
No acabé de darle entidad, así que no lo incluyo en el apartado de Poesía Programable que tanto me divierte en ocasiones.
Hace más de un año realicé este pequeño proyectito para un podcast poético que coordinaba Ernesto Pentón:
Proyecto para escribir un poema (sin tildes) desajustado una cantidad variable que se llamará desajuste.
Escribir un programa en C que modifique un texto dado cambiando cada letra por la letra siguiente en el alfabeto a partir de ahí llegar hasta la letra z y continuar con las primeras letras del mismo como si el alfabeto fuese un vector circular infinito.
Utilizar el operador módulo dividiendo la suma del índice más su desajuste entre 27 para hacer las consecuentes sustituciones (de la letra i por la letra (i+desajuste)%27) por las letras siguientes teniendo en cuenta que no puede pasar del número 26 (de 0-A a 26-Z).
Utilizar un array de letras para que sea el índice del array quien me diga qué letra sustituye a qué letra.
Pero el hecho de que no pudiese hacerlo con tildes sin una complicación enorme (es muy rollo programar en C con Wide Strings), decidí no generalizarlo a más de una frase y lo dejé por demasiado absurdo. Sí, sí, demasiado absurdo.
/******************************************************** Poema Desajuste (escrito en C) realizado por Giusseppe Domínguez el día 11 de marzo de 2024 en Madrid bajo el sol del invierno. ********************************************************/ #include <stdio.h> #include <string.h> #include <time.h> int desajuste(char *verso, char *verso_desajustado, int desajuste); int firma(); int main(int argc, char *argv[]) { char verso[]= "primavera es ezo"; char verso_desajustado[255]; desajuste(verso, verso_desajustado, 2); return(firma()); } int desajuste(char *verso, char *verso_desajustado, int desajuste) { int i, letra; int long_verso=strlen(verso); char alfabeto[] = "abcdefghijklmnNopqrstuvwxyz"; int long_alfabeto = strlen(alfabeto); strcpy (verso_desajustado, verso); printf("Verso antes de bucle es: #%s#\n", verso_desajustado); for (i=0; i<long_verso; i++) { if (verso[i] == ' ') verso_desajustado[i] = ' '; else for (letra=0; letra<long_alfabeto; letra++) { if (verso[i] == alfabeto[letra]) verso_desajustado[i] = alfabeto[(letra+desajuste)%long_alfabeto]; } } printf("Verso después de bucle es: #%s#\n", verso_desajustado); return long_verso; } /* Función para aumentar mi ego cada vez que se ejecuta. */ int firma() { time_t tiempo = time(0); struct tm *tiempolocal = localtime(&tiempo); char txt_firma[128]; strftime(txt_firma,128,"\nGiusseppe Domínguez, a las %H:%M. M-%Y%m%d",tiempolocal); printf("%s\n",txt_firma); return 0; }
Pensamientos de playa
Me encanta caminar
con los pies descalzos por la arena
sin embargo
sobre el mármol pulido
uso zapatos de tacón.
¡Qué bueno es caminar
sobre la arena de la playa.
sin embargo
¡Barre la terraza
que tiene arena!
Bat
Tonta ilusión la de gastar 6€ en esta tarjeta (que incluía 3€ en dinero utilizable) para poder viajar por Euskadi. Me hace particular ilusión saber que la próxima vez que viaje a Donosti podré moverme en transporte público (aunque suelo ir caminando a todas partes para no perderme ni un milímetro de ciudad).
Me siento como en casa cuando voy a Euskadi. No sé por qué me pasa, pero lo sé.
Y eso que, de Gazteiz, confesé a mi buen amigo Xabi:
No ha sido mi ciudad preferida. No podía evitar compararla con Donosti (y sentir que estaba tan cerca era peor, a punto estuvimos de acercarnos…) y no hay color. Hay 2 calles que me gustaron… el resto es «burgos».
Nada en contra de Castilla. Pero no es mi casa.
Pruebas de escritura asémica
Escribir poemas asémicos es algo que me tiene bastante fascinado, pues es sólo escribir sin pensar en qué decir, buscar una manera de seguir escribiendo en este tiempo en el que toda información es desinformación o dogma o imposición.
Llega el momento en el que el silencio es angustioso, pero queda la salida de la asemia, el sinsentido, la carencia de voluntad, la supresión, la huida, el exilio más interior posible… pero que no es silencio. Es grito, quizá, silencioso. (Oe mediante).
Amistades peligrosas
Me llamó la atención leer el artículo de El País Amigos ‘yo, yo, yo’: cómo reaccionar ante quienes solo hablan de sí mismos, porque a medida que lo leía me iba quedando claro que el problema eran «Los Otros», nunca yo. A pesar de tanto «yo, yo, yo» del título del artículo, y es que encontré que nos dicen cómo evitar a esas amistades, pero no cómo dejar de ser uno de ellas, como si no lo fuésemos nunca.
Es una reflexión que cada día intento (no siempre con logros) hacer más: ¿Qué puedo cambiar EN MÍ para mejorar el mundo?
En lugar de perseguir cambiar a la gente (que nunca me incluye), aceptar a las personas como son, incluso si no me gustan (siempre puedo tomar la distancia que considere necesaria para no sufrir).
¿Es inmovilista? Puede ser. Pero es la manera en la que me encuentro a gusto en mi vida actualmente. Siempre habrá quien quiera cambiarme, y no pasa nada… pueden intentarlo. Aquí estoy. Inténtalo.
Hoy hace 8 años
No soy de esas personas
que están pendientes
de la climatología
y escuchan los partes meteorológicos
como quien asiste a misa.
Llevo semanas
consultando aemet
(agencia española de meteorología)
para saber si llueve
o no llueve
o cuánto llueve
pero siempre llueve
en este invierno gris
al que ya no estamos acostumbrados.
Hoy
veo este recuerdo
en una red social perversa
sobre la nevada que cayó
en Madrid
hace hoy
justo hoy
la friolera (nunca mejor dicho)
de 8 años.
No había habido COVID
No sabíamos qué era
estar confinados durante meses
en nuestros domicilios
simultáneamente
a las personas
de casi todo el planeta.
No había habido ChatGPT
con su arrolladora influencia
en las conversaciones
y las que están por venir.
Trump ya gobernaba un país amenazante.
Putin ya gobernaba un país ocupante.
Siria estaba en guerra.
Libia estaba en guerra.
Palestina estaba invadida
y descuartizada.
El Sahara seguía en manos de Marruecos.
Y nevaba.
Eso era la noticia.
Nevaba en marzo. En Madrid.
Hoy hace frío.
Hoy siguen Trump y Putin (y Ayuso)
en el poder.
Hoy hace frío.
Mucho frío.
Y esta tarde
el pronóstico del tiempo
afirma
que lloverá.