bombas contra alguien que no sea niños

Es raro detenerse a pensar si están excluyendo a las niñas del apoyo antibelicista o si es que ante las bombas poco importa el lenguaje inclusivo.

Es más, me hace pensar en que no se atente contra los niños, pero que se siga bombardeando a adultas y adultos.

Sé que es un llamamiento de «Save the children», y que, por tanto, poco foco en otros locos. Pero vaya, que no he podido evitar detenerme en esta tonta reflexión al ver ese llamamiento a firmar, como si alguien estuviese a favor de bombardear niños o niñas… y estuviese deseando que ocurriese.

No sé, la reflexión es algo torpe hoy, pero en resumen, la obviedad de la magnitud del genocidio me estaba tapando de ver el matiz… o algo así.

Hay días espesos.

PopeWashing….

Que muera una persona siempre es algo triste. Incluso cuando se muere el jefe del estado vaticano, padre de la iglesia católica.

(No hay peros)

Que muera una persona siempre es algo triste. Incluso cuando no aparece su nombre en el periódico.

(No hay peros)

Que muera una persona siempre es algo triste. Incluso cuando se muere por un bombardeo no condenado por la mayoría de la población católica, que conforma la iglesia.

(No hay peros)

Que muera una persona siempre es algo triste. Incluso cuando no sea considerada una persona de plenos derechos, como cualquier mujer cardenalicia.

(No hay peros)

Que muera una persona siempre es algo triste. Incluso.

hablar por hablar genera monstruos

hablo de algo de lo que no quiero que se hable hablando de ello y hablo y hablo hasta que se habla de ello y me extraño de que se hable de ello y hablo de que me extraña que se hable de ello y que ello ocupe el centro de mi habla y de las hablas de quienes hablan y hablan de algo de lo que no quieren que se hable hablando de ello y hablan y hablan…

(¿cuánto se parece el habla al haba?)

Amistades peligrosas

Me llamó la atención leer el artículo de El País Amigos ‘yo, yo, yo’: cómo reaccionar ante quienes solo hablan de sí mismos, porque a medida que lo leía me iba quedando claro que el problema eran «Los Otros», nunca yo. A pesar de tanto «yo, yo, yo» del título del artículo, y es que encontré que nos dicen cómo evitar a esas amistades, pero no cómo dejar de ser uno de ellas, como si no lo fuésemos nunca.

Es una reflexión que cada día intento (no siempre con logros) hacer más: ¿Qué puedo cambiar EN MÍ para mejorar el mundo?

En lugar de perseguir cambiar a la gente (que nunca me incluye), aceptar a las personas como son, incluso si no me gustan (siempre puedo tomar la distancia que considere necesaria para no sufrir).

¿Es inmovilista? Puede ser. Pero es la manera en la que me encuentro a gusto en mi vida actualmente. Siempre habrá quien quiera cambiarme, y no pasa nada… pueden intentarlo. Aquí estoy. Inténtalo.

A golpe de click

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de Gaza
de Ucrania

hoy no toca hablar
de Libia
de Mali
de Myanmar

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de Trump
de Ayuso

hoy no toca hablar
de Kierkegaard
de Maxwell
de Curie

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de lluvia
de catástrofes

hoy no toca hablar
de entropía
de urbanismo
de predictibilidad

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de mercado
de algoritmo

hoy no toca hablar
de sueños
de ensoñaciones
de proyectos

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de ejércitos
de banca

hoy no toca hablar
de utopías
de ornitorrincos
de teatro

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de IA
de OTAN

hoy no toca hablar
de risa
de ilusiones
de longevidad

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de memes
de noticias

hoy no toca hablar
de manuscritos
de códices
de libros

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de youtube
de tiktok

hoy no toca hablar
de vimeo
de linux
de lapiceros

conversaciones a golpe de click
en las que toca hablar
de fútbol
de tráfico

hoy no toca hablar
de poesía
de tresillos
de tapicerías

conversaciones a golpe de click
en las que cada día
me aburro más

ME VOY DE INSTAGRAM (no yo, pero es un clickbait innecesario en mi propio diario)

ME VOY DE INSTAGRAM

Así es… Llevaba tiempo dándole vueltas a este asunto y por fin me he decidido:

El 5 de febrero cerraré todas mis cuentas de Instagram y Facebook, tanto las mías personales como las de mis proyectos individuales.

El mundo está tomando un derrotero que no me gusta y no quiero ser partícipe de él.

Mi razonamiento es el siguiente a grandes rasgos:

1 – Estas redes sociales están radicalizando a la sociedad
2 – Esta radicalización se debe a que los algoritmos dan más visibilidad a los mensajes extremos
3 – Estos mensajes extremos tienen más visibilidad porque provocan más interacciones
4 – Estas interacciones son provocadas ya que cuanto mayores sean, mayores serán los ingresos de las propietarias de estas redes sociales

Creo que es así de sencillo y, como digo, no quiero ser partícipe del entramado.

Sin ánimo de caer en la conspiranoia, pienso que estamos viviendo un auténtico asalto a la democracia por parte de una oligarquía empresarial.

Una oligarquía que está fomentando esta polarización de la sociedad para provocar el enfrentamiento.

Y de esta manera —con el enfrentamiento de la ciudadanía— desencadenar un cambio de sistema económico y social.

Soy consciente de que todo esto podría ser el argumento de una mala novela de ciencia ficción, pero a los hechos me remito.

Tengo la sensación de estar viendo cómo se acerca un tsunami, y no quiero quedarme quieto a la espera de que me lleve por delante.

Comprendo que poco puedo hacer contra las corporaciones que controlan el cotarro, pero al menos no quiero sentirme idiota del todo:

Vale que me controlen, que se apoderen de todo… pero al menos que no sea con los cuatro céntimos que sacan de mí (con publicidad, con mis datos, etc.).

Ya ves, al fin y al cabo es mi humilde aportación para cortarles el grifo… Y poco más.

Me he cansado de quejarme sin hacer nada, de indignarme con su hipocresía y censuras, de su fomento de la tontuna generalizada y de su avaricia sin límites.

Y es que, en definitiva, me he cansado de sentirme idiota.

Pero no te eches a llorar todavía: Sigo disponible en carne y hueso para lo que tú quieras.

¡Un abrazo!

_________________________
Llorch Talavera

Un buen amigo, pareja de la gran performer y amiga Isabel León y creador de proyectos tan bellos como Dondodo, publica este post en Instagram y le he respondido lo siguiente, que realmente lleva tiempo rondándome la cabeza, pero especialmente desde el espaldarazo de los «broligarcas» a D. Trump.

Concuerdo completamente con su planteamiento, pero no tengo el coraje o la posibilidad (no estoy seguro) de poder «independizarme» de la dependencia de las mal llamadas redes sociales (son bases de datos propietarias o privadas, no conviene perderlo nunca de vista).

Le he respondido lo siguiente, sintiendo que se vaya a ir, pero también agradeciendo que haya gente valiente que plante cara a estos gigantes de mierda.


Enhorabuena por una decisión tan coherente. Mi trabajo me pone muy difícil llevar a cabo esa decisión, pero ya, de paso, me hace pensar si mi propio trabajo no es un clavo más del engranaje. Llevo también días pensándolo y, de momento, me quedo solo con las redes (servidores) de Meta, pues nunca he tenido muchas otras.

Pero soy consciente de la hipocresía y censuras a las que está abocada toda la red (internet) desde hace décadas. Y la deriva no es prometedora.

El camino hacia la carne y hueso se antoja sinceramente revolucionario. Pero demasiado marginal para pagar un piso en Madrid viviendo de la visibilidad pública. 😐


No tengo muy claro qué hacer en función de lo que está ocurriendo en internet desde hace tiempo. Pero es que realmente afecta muchísimo a mi trabajo pues es casi impensable decirle a la gente que no tengo whatsapp para comunicarme, y es absolutamente imposible no usar ningún dispositivo sin Android (Google) o Apple o usar su navegador o su buscador, por no hablar de pagar el peaje abusivo y casi extorsionador del famoso SEO y su casi monopolio en la publicidad online.

Nota: Mi hosting privado, adquirido ahora por bluehost, posiblemente descansa sobre servidores de Amazon. ¿Sólo nos queda lo analógico? ¿deep web?

La cera de la cerería

La cerería del niño del remedio
ya no tiene remedio.

Los feligreses
han decidido
no comprar velas
hechas de cera.

Sus velas son de yate
velas de tela.

Los niños ya no tienen remedio
para sus ceras.
Dibujan con tabletas
de vidrio romo.

La cerería
tiene al lado una iglesia
subvencionada.

No lamento este cierre
aunque mucho me temo
que irá a ser breve
o abrirá algún local
gentrificado:

La especulación no entiende
de religiones.

El niño sin remedio
ya no está en Siria.
Está olvidado en mitad de un mercado
capitalista.

Los feligreses
ahora son más fieles
de yoga y polipiel
de terapias dudosas
que les hagan creer
creer
creer
creer

que la Tierra es más fácil
de lo que entienden.

Comprehender
comprendiendo
o
desconociendo.

La cerería
bajo mi ventana cierra
una nueva fase.

Personas de todo tipo

Leyendo un artículo de receta de berenjenas, me encuentro esta desafortunada frase de alguien que, o bien realmente no es muy tolerante con la diferencia, o tiene una nula capacidad (o interés) para expresarse con propiedad.

Nada importante.

Cualquier persona dejaría pasar esta frase sin pestañear y, mucho menos, realizar una entrada en un diario relacionada con ella, pero yo no quería ser esa «cualquier persona». Al menos no hoy.

Quizá porque sí, hay personas, incluso, que votan xenofobia, racismo, machismo, etc, pero aún así, para mí nunca será lo malo que haya personas de todos los tipos. ¡Qué le voy a hacer!

Lluvia

«Llueve en mi corazón como llueve en la ciudad»
Versos de Paul Verlaine en un poema que tiene como epígrafe el verso de Arthur Rimbaud
«Llueve dulcemente en la ciudad».

lluvia de misiles
lluvia de muerte
lluvia de indiferencia
lluvia de indignación
lluvia de información
lluvia de desinformación
lluvia de fango
lluvia de empatía
lluvia de intolerancia
lluvia de rabia
lluvia de muertos
lluvia de datos
lluvia de lágrimas
lluvia de pérdidas
lluvia de solidaridad
lluvia de insultos
lluvia de tristeza
lluvia de olvidos
lluvia de ignorancia
lluvia de ignominia
lluvia de intereses
lluvia de desinterés
lluvia de miseria
lluvia de miserables
lluvia de inmisericordes
lluvia de misericordia
lluvia de compasión
lluvia de ataques
lluvia de cifras
lluvia de apoyos
lluvia de desconexión
lluvia de hiperconexión
lluvia de patrioterismo
lluvia de patrañas
lluvia de fake-news
lluvia de silencios
lluvia de gritos
lluvia de alaridos
lluvia de pedradas
lluvia de barro
lluvia de desesperación
lluvia de desesperanza
lluvia de despedidas
lluvia de despistes
lluvia de desquicios
lluvia de inseguridad
lluvia de bombas
lluvia de invasiones
lluvia de violencias
lluvia de infortunios
lluvia de catástrofes
lluvia de crueldad
lluvia de insolidaridad
lluvia de ocupaciones
lluvia de incumplimientos
lluvia de oprobios
lluvia de agravios
lluvia de deshonor
lluvia de desvergüenza
lluvia de vergüenza
lluvia de fanatismos
lluvia de dogmatismos
lluvia de incoherencias
lluvia de exigencias
lluvia de abrazos
lluvia de ternura
lluvia de ruidos
lluvia de cañones
lluvia de tanques
lluvia de manifestaciones
lluvia de iniquidad
lluvia de cálculos
lluvia de frialdad
lluvia de amenazas
lluvia de dolor
lluvia de pobreza
lluvia de desposesiones
lluvia de posesiones
lluvia de imposiciones
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de
lluvia.

Esto no es una broma