Riqueza

riqueza

Uno de esos maravillosos poemas textuales de Joan Brossa.

No puedo sino compartir completamente el sentido del mismo. Me encanta su enseñanza constante. El día de mi cumpleaños, el miércoles 3 de junio, «me regalé» dedicarle la clase del Taller de Poesía y Escritura Creativa a este ínclito poeta.

Anécdota de la tarde: sentado en una terraza terminando de preparar la sesión, se acerca un hombre a mi mesa (situación ante la cual se tiende, en Madrid, a adoptar una posición defensiva) y me dice que si me importa ser molestado. Le confirmo que no, que no me importa, pero sigo expectante y me cuenta que es por Brossa. Se abren mis ojos sorprendidos y me cuenta que es un apasionado de ese autor y que le parecía extraño que alguien estuviese leyéndolo, así, como si nada, amén de que hace notar que había notado mi detallado estudio del libro, con anotaciones, páginas marcadas… a lo cual procedo a informarle de que soy coordinador de talleres de poesía y que, por ser el día de mi cumpleaños, el miércoles 3 de junio, me voy a regalar dedicarle la clase del Taller de Poesía y Escritura Creativa a este ínclito poeta.

Por la noche, tomando algo con mis alumnos, les conté la anécdota de la tarde cuando, sentado en una terraza, terminando de preparar la sesión…

Hoy escribo sobre esa noche en la que, habiéndole dedicado la clase a ese poeta, me había encontrado en la situación de hablar sobre una anécdota que involucraba a un hombre que se me había acercado mientras preparaba la sesión…

Palabras ciegas

que me niegan el saludo
cuando camino hacia ellas
con las manos abiertas
con los ojos en cruz
con la cara cubierta
de lágrimas sordas

palabras ciegas
de labios indelebles
con boquerones de albahaca
que lamen portales de rinoceronte
en la cúpula rosácea
de tu paladar incauto

palabras ciegas como ramilletes de tejas
lástima de suéter
que degenera el verde
en un laplaciano cuadrático
con forma de corazón
enajenado

palabras ciegas
al alba
al alba
al alba
de unas noches sin miseria
ni ruido
ni el recuerdo lejano de un yonki
pinchándose en el portal

palabras ciegas
hoy
mañana
siempre.

El cielo

es azul
pero la explicación
siempre me resultó
soberanamente
desconcertante

pensando que podía haber sido
rosa
y que
dice el chiste que sería ridículo
aunque eso no lo entiendo

el cielo
me sostiene
cuando camino patas arriba
como hoy
que el tiempo me posee

el cielo
me obnubila
cuando el añieblo
quiebra el silencio

el cielo
el cielo
el cielo
y su secreto azul
ming
cae por mi ventana
inundando
o innundando
el olvido

El secreto del color azul del cielo esta relacionado con la composición de la luz solar -integrada por los distintos colores del arco iris- y con la humedad de la atmósfera. (El Sol es quien se encarga de procurar al aire su humedad. Con su calor, hace que parte del agua de la superficie terrestre se evapore. En corriente invisible pero incesante, la humedad se dirige hacia el cielo desde los océanos, mares, lagos y ríos; desde el suelo, las plantas y los cuerpos de los animales y del hombre). […]

El color del cielo, debería ser violeta por ser ésta la longitud de onda más corta, pero no lo es, por dos razones fundamentalmente: porque la luz solar contiene más luz azul que violeta y porque el ojo humano (que en definitiva es el que capta las imágenes -aunque el cerebro las interprete-), es más sensible a la luz azul que a la violeta. El color azul del cielo se debe por tanto a la mayor difusión de las ondas cortas.

Haciendo limpia

Hoy he estado limpiando la mesa
de enseres que sobraban
para ponerme a trabajar continuadamente
con un diccionario enorme de la RAE
de la última edición impresa
diría que analógica
algunas de cuyas entradas
voy a escribir de modo digital
a digitar
digitando
dígitos
de deditos
de deditos pequeñitos
como gordezuelos caníbales
que comen goma de borrar
y pasta de teclado.

Mañana
más.

Pensar

pensar(2). 1. tr. Echar pienso a los animales. MORF. conjug. c. acertar.

Es fantástico pensar en su segunda acepción, que, curiosamente, se conjuga como acertar. Me dio por pensar (de la primera acepción) que pensar (1) se conjugaría como errar. Pero erré, porque pensar (1) también se conjuga como acertar.

Así que en ambos casos se acierta cuando se piensa.

Pero el gesto de mano que acompaña la acción puede muy bien ser distinto.

Y se pueden combinar formando divertimentos como:

Pienso en pensar el pienso a quien piensa.

Meses de horas muertas

horas muertas
viendo televisión
ni siquiera con subtítulos
para justificar malamente
un hábito indecente

viendo televisión
conectada al ordenador
con un almacén de series descargadas
que se han emitido en algún lugar del planeta
acumulando dinero procedente de publicidad
o subscripción

viendo series de baja estopa
para no perderme nada digno de ser retenido
mientras moqueo
moqueo
moqueo
moqueo

y así durante dos meses
casi completos

Esto no es una broma