Amistades de mucho y poco

Vera, Estela y Marta cenaron ayer en mi casa: son amigas a las que quiero mucho y veo poco.

Veo mucho a María y Aída y siempre me parece poco. Muy muy poco. ¡Son adictivas!

Por mucho que hable con Sylvia se me hace muy muy poco tiempo. Podría pasar días seguidos sin parar de hablar. Es un enorme placer.

Veo tan poco a Jose o Xabi que apenas puedo decir que sean mis amigos y, sin embargo, los echo mucho, mucho de menos todos los días.

Mi querida Vicky me ayuda mucho aunque ella crea que lo hace poco, con su sonrisa, con su ejemplo de fortaleza, de vitalidad: es alguien a imitar en la vida.

Lilian es un poco despistada con el cuidado de los amigos, pero nos queremos mucho, mucho… como diría mi amiga África, como la trucha al trucho. (Heterosexualidad implícita, por cierto)

Carmen es mucho más que mi amiga, es, poco más o menos, mi alma gemela.

Mercedes, Susana, Ana y más movidos y movidas están entre quienes veo poco queriendo mucho, y hay tantos y tantas en esta categoría que impresiona. Muchos y muchas y no pocos y pocas a los que añoro con tanta frecuencia que no pueden imaginarlo: Jose, Poto, Junki, Ainhoa, Melanie, Paloma, Adolfo, Olga, Ayelén…

Por poco ni veo a mis lejanas amigas Ivania y Elena, en lugares tan distantes como Chile o Australia, pero las quiero mucho, las quiero en mi vida, aunque sea, no más, mediante un email cada año, recordándoles que estoy en sus vidas y que ellas están en las mías… porque gracias a mis amigas no tengo una vida, sino muchas.

Por no hablar de mi adorada y admirada Mariel, esa argentina que me mueve mucho el alma, con lo poco que nos vemos en persona: es de las pocas gozadas que me está regalando FaceBook, saber más de su día a día. La quiero mucho, pero mucho mucho… ¡Querida!

Me empeño mucho en no amistosearme con mis alumnos, pero es inevitable que, poco a poco, van calando en mí sus maravillosas personalidades: Cármenes, Ernesto, Dolores, Nines, Federico, Juan Carlos(es), Chema, Anas (3 o más), Teresa la bella, el itinerante Giovanni y, sin que se me noten preferencias, la sin par Saritísima.

Amigas como Simona, Raúl, Silvia, Robert, Marina y otros y otras que he ido conociendo en diversas diversiones, son gente con quienes tengo poco en común, están en una extraña frontera de amistad, pero por mucho que se empeñe esta categoría en ser un tanto excluyente, prefiero incluirles.

Pero hay algún amigo y, sobre todo, una amiga (cuyo nombre prefiero ocultar) a quien veo poco y, sin embargo, cuando la veo me parece mucho, mucho mucho… así que cada vez menos menos menos…

Por suerte, son muchos y muchas los que me saben a poco.

Como las casi invisibles Granaínas (Belén, Mati y Maria del Mar) a quienes por poco que vea, recuerdo mucho. Tenemos pendiente una comida juntos, será un placer.

Habrá muchos y muchas que he dejado en el tintero, pero los que están, lo están… y sé que no es poco lo que les quiero.

Vacaciones

¿A qué le llamo vacaciones?

Es raro tener que definir las vacaciones, como si no fuesen obvias, pero ocurre que cuando alguien trabaja en algo que le apasiona tanto como para no dejar de hacerlo, no parecen tan apetecibles.

Surge entonces la pregunta de ¿para qué las vacaciones?

vacación. (Del lat. vacat?o, -?nis). 1. f. Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. U. m. en pl. 2. f. Tiempo que dura la cesación del trabajo. U. m. en pl. 3. f. p. us. Acción de vacar (? quedar un empleo o cargo sin persona que lo desempeñe). 4. f. p. us. Cargo o dignidad que está vacante.

Y claro, de la definición del diccionario, deduzco que poco se ha pensado en el trabajo no remunerado que se realiza como forma de vida, como parte esencial de la vida, como algo para lo que se vive y no algo que agota la vida, que aliena, que no alimenta, sino que es un mero medio para conseguir un dinero (u otro tipo de retribución) con el que lograr hacer más fácil la vida.

El tipo del trabajo al que estamos acostumbrados desde que, en épocas del tardío neolítico, se produjo la especialización, que, según la wikipedia, vendría a ser:

División del trabajo es la especialización y cooperación de las fuerzas laborales en diferentes tareas y roles, con el objetivo de mejorar la eficiencia. Aunque es consustancial a toda actividad humana desde la prehistoria, se intensificó con la revolución neolítica que originó las sociedades agrarias y aceleró de modo extraordinario su contribución al cambio tecnológico y social con el desarrollo del capitalismo y la revolución industrial.

Es más, en esta misma enciclopedia, sin reparos de llamarla tal, tenemos que su principal desventaja es respecto a la motivación en el trabajo, donde la división del trabajo puede concluir en la pérdida de interés en el mismo, por su relativa simplicidad y la suma de actividades repetitivas al producir.

Esto me lleva a pensar que ando buscando una forma de vida algo paleolítica en el siglo XXI. Lo cual no parece cuadrar bien con la idea que tengo de mí de un ser moderno, actual, casi post- cualquier cosa… pero claro, también me lleva a pensar que las reparaciones de sistemas que están evolucionando forman parte de la fase de ajuste que acerca a una hipotética idónea situación mediante un movimiento sinusoidal de amplitud decreciente.

No encuentro una curva ejemplo, pero es esa en la que una línea que sale del origen sube hasta superar un cierto límite horizontal, para luego bajar hasta descender por debajo de esa línea y volver a subir superándola, y volver a descender sucesivamente en una sucesión de ondas cuyo hipotético límite está en la cercanía completa a la recta, a ir co-recta-mente, como en inglés, cuya separación entre recto y correcto no existe.

Volviendo al tema…

¿Para qué quiero vacaciones si vivo como me gusta vivir cada día de mi vida? (Añadiré un más o menos por aquellos días que no me gustan, pero que también existen en periodos vacacionales).

Pues no lo sé. Desde hace años me empeño en contestar a este pregunta y no sé la respuesta, pero tampoco creo que sea muy importante.

Acercándome a una definición, o al menos a una aproximación, dije el otro día a mi amigo Ernesto que yo sé si estoy trabajando si tengo el móvil y otras conexiones abiertas y ejerciendo su función de conectarme con el mundo, por ejemplo, durante los fines de semana suelo apagar el teléfono móvil, o suelo no mirar mi correo electrónico y, por supuesto, no pasear por el maldito escaparate que acaba resultándome ser FaceBook. Así que dedico más tiempo a actividades introvertidas, o compartidas con los íntimos, como familiares y amigos.

Pero luego veo cómo trabaja Iván Araujo y me sorprende ver que él lleva a cabo esta labor de separación de actividad conectante cuando está trabajando y no tanto (aunque también) cuando está de vacaciones… también algo difusas, por otro lado, y siento cierta envidia, ciertas ganas de introvertirme más y más, hermitarizarme, vertirme hacia mí y hacia mi trabajo no remunerado más que con el placer de saberlo hecho…

Y me da algo de miedo pensar el límite al que me puede llevar esa actitud. Ese límite aislante, individual hasta ser casi individualista, solitario en demasía…

Volviendo al tema…

Este año, y por año entiendo curso, resulta que he sido retribuido en dinero en mayor medida que otros y, por otro lado, he ido perdiendo algunos de mis alumnos, con lo que lanzar cursos en el mes de julio o septiembre resulta agotador y hasta oneroso, como ya me pasó el año (y por año entiendo curso) pasado.

Según esto, no tendré clases particulares, no tendré talleres de escritura, no moveré ningún intensivo… y dedicaré mi tiempo a vacacionar… pero este blog… este diario al que considero trabajo: ¿lo mantendré? Y mi proyecto de lenguas al que tantas ganas tengo de dedicar mi tiempo, ¿lo seguiré haciendo? ¿qué es para mí estar de vacaciones? ¿qué es para mí trabajar?

Hummmm…

Supongo que puede tener que ver con hacer más que de costumbre lo que me dé la gana… pero, ¿y cuando lo que me da la gana es algo relacionado con mantener un compromiso?

Iré respondiéndome sobre la marcha, olvidaré mis rutinas artificiales, mis intentos de mantener disciplinadamente un ejercicio… y haré, día a día, lo que me dé la real gana… hummm….

No sé si lo tengo claro.

Desde el 1 de julio al 31 de agosto publicaré en este diario de manera irregular, imprevisible y, seguramente, no diario… supongo. Aunque así ya no será un diario.

Pudor

No se puede hablar de A
porque podría enfadarse B
si sabe que le cuento C
a D.

No conviene contarle a E
lo que sabes de F
porque G
podría acabar sabiendo H
por intermediación de I.

Es mejor que no digas que J
visita un K
ante el riesgo de que su L
te diga que eres un M.

Ni se te ocurra mencionar que N
tiene a su Ñ
con un tremendo O
en el P
porque dañarías a Q
y perderías para siempre la confianza de R
que vería en ese S
un símbolo de tu T.

Es mejor que pienses en otra cosa mientras U
te detalla información sobre su V
que no has pedido y sabes que puedes acabar contando a W
sin darte cuenta de que X
no piensa lo mismo de Y
y acabar siendo para tus amistades un definitivo Z.

www.ivanaraujo.com

Acabo de terminar la web de Iván Araújo, mi amigo, mi gran amigo, pintor y grabador que de esto de Internet no entiende nada ni quiere entender.

Y cada día lo entiendo (a él) más. No perder el tiempo en cuestiones como Facebook, emails, etc, hace que pueda centrarse en lo que sí que entiende y sí que hace bien, que es su obra plástica, sus pinturas, grabados, monotipos, sus talleres de grabado, su desarrollo como artista que se hace a sí mismo a cada paso de sus obras, con tesón, con sudor, transpiración al 99%…

Mientras, me ha decidido pagar la web (que un refrito de otras hechas y arreglada para la ocasión) con obra suya, y me hace rememorar a Picasso y Duchamp, sus relaciones, sus pagos en obra, la riqueza que acumuló el segundo que apenas hacía otras propias y, desde luego, poco comercializables, pero que se entregaba, parece ser, en ayudar con diversas gestiones extra-artísticas a sus amigos pintores, como el primero.

Compararme con Duchamp siempre ha sido uno de mis más anhelados deseos, no con Picasso, pero cada cual elige cómo quiere ser… y yo querría ser Duchampiano… Marcel-Duchampiano, claro. Quizá no esté tan cerca como quiero pensar, pero acercándome, y se lo debo, en parte, a mi querido Iván.

Para hacer esta web, como comentaba entre paréntesis, ha sido fácil, reutilizando algunos recursos que ya había usado en la mía, como la estructura en frames, o parte de las hojas de estilo, o la presentación de fotografías usando la librería highslide.js; pero también he tenido que hacer algunas cosas más «periféricas» como cambiar el tamaño de los archivos masivamente, cambiar nombres, crear index.html automáticamente…. para lo que he desarrollado algunos scripts como el siguiente:

#!/bin/bash

# DEFINICION de VARIABLES
let contador=0

while read line
do

    resto=`expr $contador % 4`
    if [ $resto -eq 0 ]
    then
    echo -e "\n \n"
    fi
    # echo -e $(printf "%02d" "$contador")
    numfile=`echo -e $(printf "%02d" "$contador")`
    echo -e "

    \n< a id=\"thumb1\" href=\"img$numfile.jpg\" class=\"highslide\" onclick=\"return hs.expand(this, { slideshowGroup: 1 }) \">"
    echo -e "\"Imagen\""
    titulo=$line
    echo -e "

    $titulo

    "
    echo -e "

    \n"

    # echo "Título: $titulo";

let contador=$contador+1;
done < listado.txt

Y es que me encanta programar para que programe para mí un programa… hacer algo que haga me gusta más que hacer directamente… quizá por eso me interesan tanto los talleres de escritura o performance… saber que ayudo a crear, más que crear en sí mismo es una forma interesante y diferida de creación, y no puedo evitar disfrutarla sobremanera.

También usé otros recursos como integrar un blog de wordpress, para que pueda mantenerlo él mismo y actualizar parcialmente el contenido de la web, o vincular las novedades a álbumes web de google/picassa, que podrá modificar el mismo Iván sin mi ayuda. Esto ya lo había usado también en algunas webs como la de Carmendelarosa.com o la de Espacio El Manantial (cuando la hice yo).

Como condiciones de trabajo, las habituales: usar herramientas extremadamente simples, como el VI, así como software de código abierto (GIMP, gThumb, pyRenamer) todo sobre Linux, con ftp client: Filezilla. Hosting: www.justhost.com.

Ahora, a disfrutar de la web y espero que Iván le guste tanto como me gusta a mí y le resulte fácil de mantener.

Presentación de 2 libros de mi querido Ernesto

Este jueves próximo, Ernesto Pentón, paciente escritor de poesía íntima, presenta y recita sus dos últimos libros de poemas.

Canto al Infinito
Memorias del otro lado del mar

Son libros prologados por mí, ambos, con todo el cariño que les tengo, que le tengo, que tengo a su autor, que es uno de mis alumnos, aunque no me guste la utilización de esta designación para los asistentes a mis talleres, en los que propongo juegos con los que desarrollan sus capacidades, pero no enseño, no soy maestro ni profesor: Soy coordinador de ejercicios lúdico-poéticos, creativos, con los que cada uno (y, por supuesto, cada una) desarrolla su propia forma de escribir, enseñándose a sí mismo, de una manera bastante socrática (y, por supuesto, de modo socrático).

También le eché una mano con la búsqueda de local, que en esta ocasión es ofrecido por unos ex-alumnos de Carmen de sus clases de Tango, Julie y Sebastien, que han abierto en Chueca llamado Charlotte. Es un local cuco, recoleto, muy bello y delicado, casi como un poema de Ernesto.

Y diseñé (con GIMP) la invitación con las portadas que Ernesto había buscado. Creo que es una especie de creación lateral de las que me gusta no (vana)gloriarme, pero que asumo como propia en cierta medida. Esa colaboración en la concreción de proyectos, en la puesta en marcha de acontecimientos que, de alguna manera, enriquezcan la vida cultural de esta ciudad por la que sigo sintiendo algo… llamémosle amor.

Seguro que será divertido, seguro que será poético, seguro que será delicado e intenso…

No querría perdérmelo por nada del mundo.

¡Qué alegría lograr hacer reales los sueños!

Semana

Desordenada
nada
del todo
como un caos
caótico
y anciano
que venerar
con la fuerza
de un tornado
que es otro anciano
venerable
de venéreas
afecciones
cuyo mayor logro
fue vivir
como el mío
como el tuyo
como el suyo
como el nuestro
como el vuestro
como el … /también suyo

y no hay para ellos nada parecido a la independencia de no ser el otro
el diferente
el no-yo
el no-tú
que podía ser también el diferente
pero estaría demasiado cerca
y no sabría si pasarme la vida
amándole
o matándole

es mejor él o ella o ello o aquello o aquella o aquel…
es mejor ese eso esa esos esos esas
es mejor tener lejos lo que no soy
yo-tú
para sentir que somos una pareja indivisible
un huevo opaco y germinal
que vive autártico
una pasión sin límites
como si una pasión pudiese tener límites

y así, desordenada
nada
está esta semana
llena de otredad
en la que no me encuentro
conmigo-tigo
en la que no me encuentro.

Ayer Mateo me enterneció

Mateo es un alumno al que doy clases desde hace años y a quien cada día tengo más cariño. Es una pena, me encariño con los alumnos sabiendo que si hago bien el trabajo, dejarán de ser mis alumnos. Pero es más penoso no encariñarse, así que opto por lo primero sin pensarlo dos veces. Y además, si se trata de gente a quien querría tener entre mis mejores amigos desde su más tierna infancia, mejor aún.

Ayer, después de decirme la semana pasada que lo iba a hacer, me presentó el trabajo que estaba preparando para su clase de audiovisuales: iba a hacer una presentación de la historia del cine en blanco y negro. Podía elegir cualquier tema: fútbol, la playstation, el skate… y ¡eligió el cine! ¡Y juro que yo no le influí en lo más mínimo!

Le puse de tareas encargarse de ver las siguientes películas para documentarse durante el fin de semana:

Llegada de un Tren a la Ciudad, de los hermanos Lumiere, 1895.

[youtube_sc url=http://youtu.be/tz_l8JDYXmc]

La primera película de ficción: Viaje a la Luna, de Georges Mélies, 1902.

[youtube_sc url=http://youtu.be/dxB2x9QzXb0]

El surrealista y sorprendente Perro Andalúz, de Buñuel, 1929.

[youtube_sc url=http://youtu.be/DREePfBA_ik]

Nosferatu, por el expresionismo, de Murnau, 1922.

[youtube_sc url=http://youtu.be/rcyzubFvBsA]

La lista no era exhaustiva, pero sí bastante representativa de un comienzo que quedaría truncado por la irrupción de la prosa prosaica… Quizá fui algo tendencioso, pero es inevitable en todo educador, así que es mejor asumirlo.

Y, después de vistas todas, lo que hizo como un buen amigo que es, casi diría, le pedí que viese también y para ayudarse a preparar el enfoque de lo que quería presentar, las películas más actuales sobre el tema:

Y también las vio.

Pero lo que realmente me enterneció, más allá de su presentación, que hizo en tres minutos delante de un cuadro del salón de su padre, con muchas ganas por mi parte de grabarle, fue lo que sucedió cuando seguimos estudiando estadística.

Leyendo sobre un tabla de pesos de bebés al nacer, le pregunté por la clase modal y me respondió que qué era eso y que si él había estado en la clase modal, es decir, la más «normal», aunque no es lo mismo, pero sin entrar en detalles de medidas de dispersión, me dijo: ¡No! ¡Yo no quiero ser normal!

Le habría abrazado en ese preciso instante. ¡Lo juro! Y no juro en vano.

Solo le respondí que no, que no se preocupase, que él era cualquier cosa, pero que nunca era ni sería normal… y que se lo tomase como un verdadero cumplido.

¡Cuánta empatía pude sentir!

Y pensar que mi sobrino y tantos otros, quieren ser normales como máxima aspiración de sus vidas… ¡ay!

Si como máxima es la media, esa función es casi constante… casi como la curva de un encefalograma plano… hummm… casi como si oliese a muerte.

¡Viva Mateo y los padres que le han parido/educado!

Es todo lo que puedo decir.

Ayer fue mi cumple

Este año no pensaba celebrarlo, pero Carmen me animó, me recordó que luego me gusta aprovechar el momento y ver a mis amigas (en femenino porque la estadística es apabullante) y encontrarme con gente a la que, en muchas ocasiones, veo menos de lo que deseo ver.

Es un día como otro cualquiera, me empeño en decir, es un día que no merece especial atención… pero al final acabo dedicándole especial atención siempre. Es un día en el que, si no hago nada de nada, acabo sintiéndome mal… o sea que no es verdad y no consigo convencerme. Para mí no es un día como otro cualquiera.

El sábado acabó siendo un día divertido en el que disfruté de Aída, María, Raúl, Fani, Lilian, Ayelén, Marta, Vera, Ana e Igor, algún acompañante… y la siempre adorable Carmen, mi Carmen que no es mía ni de dios ni de nadie… ni suya siquiera!

Lo pasé genial. Estuvimos en un bar de la calle tintoreros, en pleno barrio de La Latina, en el que por unos míseros 5 euros consigues 5 botellines presentados en un cubo con hielo con una ración a elegir. Comí mucho, bebí bastante, pero sobre todo reí y conversé en un entorno adorable. Espero repetir, pero también espero hacer encuentros con mis amigas más frecuentemente de lo que ahora lo hago.

Pero eso era el día 2… y ayer, día 3, fue mi cumpleaños.

En parte, lo que más me apetecía era estar absolutamente desconectado, aprovechando que era domingo, para unirme a Carmen en un día de caricias en el alma… también, pero al final estuvo siendo un día de conexiones a intervalos irregulares. Hummm…

Sí tengo claro que prefiero que mi cumpleaños caiga en día laborable… es algo más… ¿proletario? Ja! No. Pero me gusta pensar que es un día tan normal como para no parar de trabajar y vivir haciendo lo que tanto me gusta.

Por otro lado estaba facebook. Hoy he estado revisando los cientos de mensajes de amigos y conocidos que me han felicitado por ese medio, aparentemente frío, pero que también tiene su lado cálido. Sé que es casi protocolario, pero me gusta hacerme la ilusión de que es personal, de que hay un verdadero deseo de que sea más feliz… y esa «energía positiva» me llega, me hace ilusión… y si quieres, por ello, puedes llamarme iluso.

En resumen: ayer fue mi cumpleaños e intenté que no fuese más que un día normal, un día más… y llevo varios días pensando en ese día… o sea, cualquier cosa menos un día más.

Muchas gracias a quienes estuvieron. Muchas gracias a quienes quisieron estar y no pudieron. Muchas gracias a quienes me han felicitado por facebook, por sms, por email, por teléfono, por carta, por persona… Muchas gracias, en especial, a Carmen por animarme cuando estaba desanimado.

Os kiero!!!!

alergia

alegría y alergia tienen las mismas letras
salvo por la pequeña diferencia de una tilde
y no se parecen en nada.

estoy harto de despertarme
como dijo mi amigo xabi
que ocurre después de los 40
preguntándome
¿qué me duele hoy?

hoy ha sido la alergia
ayer la tendinitis en el hombro
anteayer tuve la sensación de que sangraba el ano
y hace unos días
no podía caminar.

pero también estoy harto de quejarme
de estar harto…
como ya escribí hace unos días
y me parece tan aburrido este sentimiento
que no quiero compartirlo
aunque lo esté haciendo
justo ahora
ahora mismo
cuando he dejado de estornudar
y me he podido sentar delante del portátil
a escribir un rato en este blog absurdo
que no tiene más sentido
que hablar de lo que no tiene sentido
para nadie salvo
de cuando en cuando en cuando
para mí.

quizá por eso lo bauticé como diario
casi habría tenido que añadir
íntimo
al modo de aquellos viejos manuscritos
de autores que me encantan
como mi buen kierkegaard.

hoy voy a ver si consigo avanzar
con mi querido subgrupo ilirio
al que he desplazado de ser una rama
propia…

casi porque me ha dado la gana.

La teoría del abrigo

Hoy tenemos lavadora nueva porque se había estropeado la otra que ha tenido un tiempo de vida suficiente para una lavadora, algo así como 15 años… que son los años que llevo viviendo en esta casa.

Hoy tenemos horno microondas combinado con horno de convección convencional también, porque el otro estaba a punto de dejar rotundamente de funcionar, dando múltiples señales de deterioro: el plato no giraba, algún día ha saludo humo de un ventilador que, posiblemente, está estropeado… y hemos decidido hacer el cambio al mismo tiempo.

A punto hemos estado de tener que comprarnos una lámpara nueva (pero pudimos limpiar/arreglar la que tenemos) y de comprarnos una cocina de inducción, que son esas parecidas a las vitrocerámicas, pero rápidas y más eficaces, aunque peor para el tema de cacharros compatibles. Menos mal que no las fabrica Apple, que solo admitiría cazuelas con manzana.

Y ¿por qué todo a la vez? ¿Nos ha tocado la lotería?

La respuesta está en la Teoría del Abrigo.

Según una amiga que tuve, de quien no viene al caso hablar ahora, lo mejor cuando se tiene poco dinero o cuando se va a tener menos del que se tiene es comprarse un buen abrigo si se puede, porque es posible que después, cuando haga falta, no se pueda.

Es un consejo que ya seguí hace años, cuando dejé mi trabajo con nómina y seguridad económica, comprándome todo lo que creí que podía ir a hacerme falta en los próximos años y he vivido durante muchos de ellos agradecido a seguir en su día aquel consejo que me pertrechó para lo que estaba por venir.

Ahora vivimos un momento en el que lo que está por venir no es solo elección propia, sino coyuntural, pero eso no es óbice para que la teoría del abrigo siga teniendo vigencia: las cosas se van a poner peor que ahora, seguro, especialmente trabajando en el sector en el que Carmen y yo nos empeñamos en continuar, así que es buena idea hacer acopio de bienes que disminuyan la necesidad de adquirirlos en un futuro más inadecuado.

Así que sigo agradeciendo la enseñanza de la teoría y, estos próximos días, disfrutando de una sensación de opulencia palaciega inhabitual en nuestras vidas.

Esto no es una broma