Pensar a chorros, con permiso de Oliverio.

Reversionando el
Poema 18 – Espantapájaros de Oliverio Girondo.

Pensar a lágrima viva
Pensar a chorros.
Pensar la digestión.
Pensar el sueño.
Pensar ante las puertas y los puertos.
Pensar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del pensamiento.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestra mente.

Asistir a los cursos de antropología,
pensando.
Festejar los cumpleaños familiares,
pensando.
Atravesar el África,
pensando.

Pensar como un cacuy,
como un cocodrilo…
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de pensar.

Pensarlo todo,
pero pensarlo bien.
Pensarlo con la nariz,
con las rodillas.
Pensarlo por el ombligo,
por la boca.

Pensar de amor,
de hastío,
de alegría.
Pensar de frac,
de flato, de flacura.
Pensar improvisando,
de memoria.
¡Pensar todo el insomnio y todo el día!

Ojos de pez

Solté las amarras del baro
y comenzó a hacer aguas.
Un pez entró en el barco,
me miró a los ojos
y entonces pude ver en los suyos
la profundidad del mar
y supe que era allí donde
estábamos zozobrando
en unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro de los que había un barco
por cuyos bajos entraba un chorro
de agua arrastrando
un pez que me miraba con unos
ojos dentro…

Solo vivo para ti

No olvido el amor
salvo para recordar
el amor.

Somos los amantes de la esfera intacta
devorada por olvidos
sin besos
ni abrazos.

Todos los deseos son compartidos.

Te amo
hoy y siempre
como en esas historias
de príncipes y princesas
y ranas
pero sin embarazo
ni aspaviento
contra viento
marea
y
almas aladas a la entrada
de esta casa
(como el deseo)
compartida.

Sí, así,
sí, 2=1+1.

Esto no es una broma