Siempre aprendiendo de un maestro de maestros

Una exposición fundamental para descubrir lo que significa CREATIVIDAD, así, con mayúsculas:
http://www.bernalespacio.com/index.php/project/isidoro-valcarcel-medina/

Y, como es habitual en sus trabajos, el propio Isidoro pasa la jornada laboral en el espacio expositivo buscado ex-profeso por Efraín Bernal, director de este proyecto galerístico itinerante tan sugerente y original.

Sin salir del Barrio de las Letras.
Isidoro Valcárcel Medina
22.04.2022 / 30.04.2022
Calle San Agustín, 14. Madrid.
M-S 11h-14h / 17h-20h.

No dejo que los algoritmos simplifiquen mi vida

No tiene la menor importancia (como casi todo lo que me afecta), pero hace unos días tuve una conversación con un sobrino de Carmen sobre por qué no dejo que los algoritmos simplifiquen mi vida.

Es cierto que no estoy libre de ellos, y si creo lo contrario mi ingenuidad no tendría límites, pero me gusta mantener ciertos hábitos que considero saludables de esfuerzo en la búsqueda, pues resulta interesante interesarse y no dejar que me resuelvan la vida.

Quizá las listas sugeridas de Spotify sean mucho más de mi agrado que buscar por mi cuenta los artistas que me interesan y seleccionar «manualmente» el «vinilo» que quiero que suene, en lugar de «abrir mi mente» a las sorpresas que el algoritmo pueda tener preparadas para mí, para mis gustos que conoce con absoluta precisión, mucho mejor de lo que yo pueda llegar a conocer.

Quizá gracias al algoritmo descubra otra manera de escuchar música, otras músicas, pero con una nueva metodología de hallazgo.

Y es que este es el quiz de la questión, que no quiero hallar, sino buscar, quiero equivocarme, quiero cometer errores, quiero ser humano (pero no transhumano) y es que, quizá, me estoy quedando obsoleto.

Maravillas del error

¿Por qué no se me ocurrirán cosas así sin que sea el error el que las descubra?

Me temo que tengo un problema con el intento de controlar todo lo que hago hasta la más mínima ausencia de error… y eso es un error.

El viernes pasado, abriendo un documento para verlo con un programa inadecuado, se produjo esta visualización de una cubierta de un libro sobre la que había estado trabajando y me sorprendió el bello juego que hacen esos caracteres «no encontrados» en la herramienta inapropiada. Así que ese bello juego fue completamente apropiado… con la herramienta inapropiada. Paradojas de la creatividad…

Sangre Azul

Palimpsesto y Poema Visual Arte Postal realizado con motivo de la III Convocatoria Internacional de Arte Postal DE CORAZÓN · FROM THE HEART, organizado por la Concejalía de Cultural del Ayuntamiento de Móstoles.

Me ha gustado recibir esta convocatoria este mismo martes y tener terminada la tarjeta postal para enviar este mismo martes. He realizado una cianotipia con un poema visual del Palimpsesto Sangro-Sangre sobre el motivo de la convocatoria, ese corazón sobre DinA5.

Me llegaba otro frente abierto y no quería tenerlo abierto mucho más de unas horas. Así que ha sido dicho y hecho. Incluso aunque era laborioso…

He redimensionado a 14x17cm en las medidas en las que estoy haciendo casi todos mis trabajos cianotípicos de estos años añiles, pues van a terminar por ser varios (años).

Hacía tiempo que no usaba la solución preparada para cianotipar, pero ha resultado estar en buenas condiciones, incluso casi 8 meses después de su preparación, almacenada en el frigorífico desde entonces.

PROYECTO 0033: Chamoru Greatest Hits

Tras casi 2 años de interrupción en el Laboratorio de Experimentos Poéticos nos volvimos a encontrar unas cuantas personas deseosas de extraer del desconocimiento nuestro sendero, de explorar lo ignoto, de crear casi ex-nihilo, el viernes pasado a las 18:00.

No sabíamos qué iba a pasar, qué íbamos a hacer. Comenzaron a surgir ideas variopintas, algunas de las cuales eran peregrinas (o resurgirán en un futuro) y otras eran demasiado ambiciosas para concretarlas en 1 hora y realizarlas en 2 horas con los materiales que teníamos a nuestro alcance.

Esta vez, casi a modo de experimentación dentro de la experimentación, decidimos no lanzarnos a realizar algo cuyo final fuese un vídeo, para seguir alimentando nuestro canal de YouTube, es más, buscamos materiales intencionalmente analógicos, como el cartón o viejas cajas de CD.

Raquel Gómez González había traído consigo un breve diccionario de Chamorro (Chamoru), lengua hablada en la isla de Guam y en las islas Marianas del Norte donde comparte la oficialidad con el inglés. Es una lengua malayo-polinesia, en la familia austronesia, y tiene muchas influencias del español, habiendo llegado a considerarse que el chamorro hablado a finales del siglo XIX era un criollo de base española.

Habíamos hablado, Andrea Vidal Escabí, Ernesto Pentón, Raquel y yo, de la idea de qué significaba una «historia circular» que yo apunté que me llevaba a la imagen de círculo, así que nos lanzamos a utilizar CDs… pero no queríamos que fuese demasiado digital, con lo que decidimos recortar Discos de cartón de las mismas dimensiones que las de un CD.

Hablando de dimensiones, recordamos que los CD tenían inicialmente una «duración» de 74 minutos pues se habían diseñado con la idea de introducir la 9ª Sinfonía de Beethoven sin cortes y ello dio la idea a Andrea de que escribiésemos textos de 74 caracteres.

Así que procedimos a escribir 16 poemas de 74 caracteres cada uno que recorriesen de manera circular unos discos de cartón que incluyesen palabras en chamorro y la palabra «circular» en algún punto del mismo.

Cada disco, con su portada, su disco blanco simulando el hueco inexistente, es una pieza única de una serie de 16 ejemplares de lo que podría ser una revista objetual bastante sugerente. Nos llevamos a casa las 16 piezas con intención de hacerlas circular, como procede.

¿Puede, en esta época de tiktok, reels, etc, ser una revolución la vuelta a lo analógico?

81 recetas de gazapos, lenguados y mollejas

Leyendo el libro de George Perec «Pensar/Clasificar» que me había recomendado el ínclito Jaime Vallaure y que me regaló mi amada Carmen en nuestra particular ritualización de navidad, me he encontrado algo atorado ante la lectura de 81 recetas para principiantes todas ellas combinaciones (casi lineales) de una serie de procedimientos que involucran gazapos, lenguados y mollejas como elemento central, pero que van cambiando la guarnición, la salsa, la presentación y, sobre todo, el nombre del plato.

El libro, maravilloso, está disponible en la editorial Gedisa.

Revisando la web de Jaime para capturar su enlace y añadirlo en la entrada, me encuentro que es una verdadera joya del diseño gráfico, pero sobre todo el trabajo denso y profundo (en el mejor de los sentidos del mundo) que viene realizando, como muestra su cronología desde 1990. Yo entonces ni sabía que quería ser poeta (o poema).

Tan interesante web tiene fallos que parecen creaciones. Aún después de saber que son fallos sigo creyendo que son creaciones. Y es que todo en Jaime es creación. Hasta ese futurible 2103 que remeda un soso 2013.

Ser estacional

Ana Matey ha tenido a bien invitarme a participar en el Proyecto Ser Estacional iniciado en verano. Se trata del primer proyecto de residencia con el que inauguran nuevo espacio en el Pimpollar.

Participo junto con Natalia Auffray, Ana Matey y Mario Bastian.

Una vez concluido el Ciclo se abrirá el proyecto al público, sin saber la forma final que tomará.

En la convocatoria de la estación denominada Verano, allá por agosto del 2021, intervine un espacio dejando una huella molesta, hecha con materiales que desafiaban la visión romántica de la «naturaleza», como CDs, radiografías, etiquetas, con las que fabriqué una huella con mi memoria, mis recuerdos, evocados en ese momento para la ocasión: 54 recuerdos para 54 CDs para mis 54 años.

Me gusta que sean 54, un sencillo múltiplo de 27, ese número al que tanto aprecio tengo, que podría asumirse que es más de la mitad de la vida que posiblemente viva, entre los 27×3 y 27×4, teniendo en cuenta las estadísticas optimistas de esperanza de vida en España.

Antes de que este artículo aparezca publicado en mi diario, habré participado en la convocatoria estacional de otoño, con otra reflexión sobre la huella, en este caso sobre 54 modificaciones que intentaré revertir en un vano intento de no dejar huella, de no afectar la «naturaleza», como si mi mera presencia no fuese una alteración inolvidable, irreversible entrópicamente hablando.

Esto no es una broma