Miles Davis

Suena en la tarjeta de sonido de mi ordenador
que vierte su canal de audio
a un conglomerado ecualizador y amplificador
cuyos altavoces me devuelven a través de un vibrante aire
la parsimonia de un instrumento de metal
que se llena de anhídrido carbónico
con restos de nitrógeno y argón
saliendo de la boca caliente de Davis
más de medio siglo antes de saber que iba a llegar a mis oídos.

El aparataje preciso para que hoy lo disfrute
es un amasijo de tecnología y voluntad memorística
archivística
que ha desgarrado más de un corazón
y abierto alguna vena
incluso
venas artísticas.

Ya no soy ni consciente de la digitalización de lo armónico
de la discretización de lo continuo
de ese tiempo incuantificable
tiempo de terciopelo negro a la orilla de una noche en nueva york
mientras las sirenas de la policía perseguían
a un joven que acababa de robar en una tienda de ultramarinos
que creyó estar a buen recaudo bajo la insegura protección de unos barrotes.

Teclas codifican lenguaje
para captar el universo de versos humanos
para captar y catapultar
estos momentos irrepetibles
de ternura.

Neodimio

No tenía ni idea de qué era el neodimio que ha resultado ser un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es Nd y su número atómico es 60. Y unos minutos antes me había declarado profesor de química y esas cosas atómicas (cuánticas).

Eso de que esté entre las «tierras raras«, agazapado sobre el Uranio, lo puedo poner de excusa, pero no lo es. La verdad es que hay muchas cosas de las que no sé nada. Es más, estoy convencido de que hay muchas más (pero muchas, muchas, como de una cardinalidad mayor) materias o asuntos que no caen dentro de lo que sé o creo saber que aquello de lo que sé o creo saber.

Estuve con mis queridos alumnitos de taller de poesía viendo una exposición en Paracuellos del Jarama y, de regalo, Alejandro Gallego nos acercó a conocer su taller de ¿carpintería metálica?. No sé cómo se llama eso, pero fue muy enriquecedor. Aprendí, aprendimos, un montón de cosas nuevas, como, entre otras, que hay unos imanes de neodimio que son muchísimo más potentes que los imanes de hierro inducidos o que la vieja magnetita. Yo hablé de los electroimanes sin mucho detalle, pero me quedé completamente intrigado con ese material… que resultó ser un elemento químico. Y ni siquiera de un número atómico tan elevado: 60 protoncillos…

También descubrí no saber nada de las cortadoras de plasma (que no es plasma sanguíneo ;-)) así que hoy mismo tengo que leer algo sobre este método.

Sabía aquello de que el plasma es el cuarto estado de agregación de la materia, pero no acababa de ponerle propiedades a tal estado, más allá de la ionización… pero ¿cómo se puede usar y generar para cortar planchas metálicas a voluntad?

Siempre me sorprende descubrir todo lo que no sé (soy un presuntuoso que creo que sé más de lo que realmente sé). Me recuerda esa famosa frasecita de la zarzuela «La Verbena de la Paloma»: «hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad»

https://youtu.be/1nRToj_vECM?t=3s

¿Verdaderamente Facebook me aporta tanto?

Cada día pienso más y más acerca de la inutilidad de la información que se vierte en las redes sociales compulsivamente y si no estoy, yo mismo, contribuyendo a ello.

Hace tiempo que reduje (últimamente no ha desaparecido de todo, cosas de las elecciones) la lectura de prensa, pues la sensación era más de desasosiego que de calma o información necesaria. Pero sigo en FaceBook. Sigo como un usuario particular que no puede manifestar sus opiniones abiertamente como usuario particular puesto que se trata de un lugar demasiado común y descontextualizado como para hacerlo con un mínimo de rigor o de sentido.

Me digo a mí mismo (como si pudiera decírmelo a otro mismo que yo) que lo utilizo con moderación y con el objetivo último de apoyarme en la divulgación de información (publicitaria) sobre mis talleres de poesía, así como para mantener el contacto con personas que están lejos (siempre de mí), amigas argentinas, chilenas, australianas, alemanas, pero algo no me acaba de convencer.

En otras ocasiones afirmo utilizarlo para «distraerme» del agotador trabajo solitario de creador, como estas ocasiones en las que comparto algo sobre lo que esté investigando o profundizando en mi muro sobre clasificación de lenguas o parecidos proyectos, pero algo me dice que es un indicador de una mala acción pues si necesito «distraerme» podría buscar otras formas de hacerlo, como, entre otras, dar un paseo.

Las cuestiones sobre lo que debe o no debe hacer esa compañía con mis datos y lo que puede o no ser utilizado en mi contra ante un tribunal me da, no ya miedo, sino casi diría que asco. Pero lo estoy aceptando voluntariamente, al fin y al cabo, Facebook es otra más de las puntas de lanza del capitalismo más neoliberal posible en el que lo que ha triunfado es la marca, por muy vacua que esta sea.

Y así sigo, en una incertidumbre o una duda que dista mucho de ser metódica. Pero cada día que alguna persona querida o admirada desaparece voluntariamente de esa red social (o de otras) siento una punzada de envidia, un aguijoneo de alejamiento de este griterío instalado en la población de la red (y no sólo).

Creo que me sentiría solo, pero por otro lado, cuando paso largas temporadas (como casi dos meses de verano) desconectado de esta página azul y blanca, siento más conexión conmigo mismo, con cierto mundo y algo menos con otro mundo.

No sé qué quiero hacer. No lo tengo claro. Pero apunta a que mi futuro estará en otro sitio. Y quizá, en otra actividad. Pero esta es otra historia…

Ahorrativo hasta la muerte

Cuando veo una película de guerra o una serie de acción trepidante en la que se producen violentos altercados que terminan con la muerte de un personaje, es inevitable que piense en algún momento en la entropía.

Hay una drástica disminución de entropía en un organismo que pasa del «estado vivo» al «estado inanimado».

Pero voy más allá, me detengo a pensar en la cantidad de cosas que se tiran a la basura cuando alguien muere y no doy crédito: su vestuario dañado posiblemente a causa de la violenta intervención, me parece lamentable. No mataría a nadie por no estropearle la vestimenta. Hay gente que ha trabajado para que ésta esté en perfecto estado o en un estado usable, aun imperfecto.

Por no hablar de los ritos funerarios con su consabido derroche de protección de una masa cárnico-ósea a la que ya no es posible seguir considerando humana. Madera talada para ser enterrada (no es peor opción que la de ser incinerada, produciendo una innecesaria cantidad de energía fruto de la combustión del material orgánico) y ropa que se descompondrá inevitablemente bajo la tierra, pero que ha llevado trabajo (y por ende energía) fabricar.

Puede parecer trivial, pero si no me detengo en estos pensamientos muy a menudo es porque no voy por ahí matando gente. No obstante, el despilfarro de balas, de armas de distintos calibres y otros asuntos similares no dejan de formar parte de nuestro cotidiano, lo sepamos o no, pues es preciso conocer cuánto se gasta en generar artículos cuyo único propósito es ser destruidos. Y después de saberlo intentar combinar este dato con la lectura de este texto y ver si ha dejado de resultar ridículo.

La ridiculez, no lo olvidemos, es muy, pero que muy relativa.

366 gracias

(1) Wliwni (2) Mantiox chawe (3) Yuuminsame (4) Wapsaw (5) Dankie (6) Ntyox teru\’ (7) Seé (8) Tsin\’aen (9) Ghu long khu me-ah (10) Saeamat kimo (11) Ju falem nderit (12) Ondapandula unene (13) Amesegënallô (14) Ashoge (15) Ahó (16) Shukran (17) Shterakravetsun (18) Meda w\’asé (19) Taudi (20) Mhuway su\’ (21) Juspajarkätam (22) Halamat (23) Bone ko ih (24) Na somi saisai (25) Saramat (26) Mehrbani (27) Kuroŋ kurok kine (28) Rekhmet (29) Ní zúo (30) Dakinda (31) Asoropaiy (32) Tsikomo (33) Madakel ha salamat (34) Tangkyu (35) Bong fye di gamu (36) Baraka (37) Abaw salamat (38) Hvala (39) Sa-aun (40) Wanyala (41) Akeva (42) Maraba (43) Chezu ba (44) \’Ácha-ma (45) Doh je (46) Dzãkujã (47) Yusurupai (48) Osolopaki (49) Si yu\’us ma\’ase\’ (50) Barkal (51) Néá\’eshe (52) Zikomo (53) Zikomo (54) Yewo (55) Twalumba (56) Sikomo (57) Yakoke (58) Wokolix awölö (59) Yuj wal dios (60) Tav (61) Limlemtsch (62) Marahabha (63) À ringraziè vi (64) Mikwec (65) Barka (66) Wah wah wah (67) Tak (68) Lac jak (69) Snachailya (70) Shukuriyyaa (71) Ĩlaallẽ (72) Yin acaa muoc (73) Emitekati (74) Daarim (75) Pounsikou (76) Bedankt (77) Kadinche (78) Neseke (79) Dua Netjer en ek (80) Tángeyoo (81) Сюкпря (82) Jamayá acuá (83) Abuimgang (84) Abui ngan (85) \’Awa\’ahdah (86) Medagse (87) Kiitos (88) Kije (89) Merci (90) Graciis (91) Jaaraama (92) Oyiwala dɔŋŋ (93) Saa olsun (94) Grazas (95) Téngi nían bún (96) Mbájá ãnú úmü (97) Mahd-lob (98) Ang kêun (99) Efcharisto (100) Kali\’ sso\’rta-ssu (101) Aguyje (102) Aabhar (103) Dhanyawaad (104) Yaddung jee (105) Mahsi\’ (106) !kaen se !tau (107) Háw\’aa (108) Mahsi\’ (109) Alla magah (110) Nagode (111) Toda (112) Nodan mamomamo (113) Tanikiu (114) Jamadi (115) U de (116) Kwakwhá (117) Maake (118) Ewa ra (119) Pan parius (120) Ti-jiawen (121) Danke (122) Ilakasugotia (123) Agyamanak (124) Barkal (125) Qujanaq (126) Aho (127) Grazie (128) D\’yos b\’o\’tik (129) Skanaa-ri (130) Nich\’an tiox (131) Jilatyi (132) Suwun (133) Tamemmirt (134) Kotohuadan (135) Galleteho (136) Tarima kasi (137) Sokor (138) Khanganav (139) Niawen (140) Dhanyawaadagalu (141) Ardeneskin (142) Tabu (143) Alakara (144) Kiitän (145) Yo-twa (146) Danawad (147) Sógá sénlá (148) Ngaityalya (149) Rahmet (150) B\’antiox (151) Khuu\’a (152) Пачиба (153) Aalghïstapcham (154) Ispasiba (155) /Aise (156) Mehrbani (157) Haika (158) Ni waro (159) Mwebare (160) Ntôndili kwami (161) Ni wega (162) Niwega muno (163) Torimakasi (164) Wabeeja (165) Murakoze (166) Kongoi (167) Murakoze (168) Tua santa (169) Melesí (170) Tâ (171) Maiteka (172) Attöala (173) Kamsahamnida (174) Kulo (175) Baasee\’ (176) Dot nuet (177) Giraske (178) Sipas (179) Gilakas\’la (180) Nda pandula (181) Рахмат (182) Aw bon uija (183) Khawp jai (184) Paldies (185) Wanìshi (186) Natondi yo (187) Nuoširdžiai dėkoju (188) Tienū (189) Sind auk viellmaols bedankt (190) Spassiboičem (191) Webale (192) Hy\’shqe siam (193) Webale (194) Webale (195) Ck\’wálidxw (196) Ashi (197) Eso (198) Orov (199) Misaotra (200) Terima kasih (201) Sabkaa (202) Grazzi (203) Chjóonte (204) Mossi (205) Xie xie (206) Abaraka (207) Gura mie ayd (208) Tika hoki (209) Manumeimi (210) Tau (211) Kommol (212) Koko (213) Sira eliwa (214) Baiika (215) Eswau (216) Tö\’ dun (217) Akpe (218) Tarimo kasih (219) Kúta\’ù shãàrí nuùro (220) Nihedebil (221) Wneeweh (222) Tang kun (223) Barka (224) B\’o\’tic (225) Mersi (226) Tanikiu (227) Mèu mèu (228) Soko (229) Mvto (230) Vēwē nēk (231) Tlazohcamati (232) Aio (233) Банихан (234) Ttaubotneanauayean (235) Tsuba kor (236) Jjef bei seiq (237) Gaantangi (238) Ӈарка вада (239) Su-bhaay (240) Nägê (241) Dé kãã (242) Zikomo (243) Pajaliptso (244) Fakaaue (245) Ebóto (246) Miigwech (247) Lim limt (248) Danna waat (249) We\’-a-hnon (250) Arfö (251) Hihuri (252) \’Ara\’ya:ikm (253) Masalu (254) Megsukur (255) Anei te pütüma (256) Sta na shukria (257) Mamnoon (258) Grasie (259) Tanggio (260) Dankscheen (261) Kalahngan (262) Dziękuję (263) Kelangan (264) Obrigado (265) Migwe\’c (266) Da-wah-eh (267) Dhannvaad (268) Tayu\’an (269) Maltiox (270) Chyee zu thon ree (271) Maururu (272) Shukuria (273) Mulţumesc (274) Grazcha (275) Maulanenga (276) Сагъул (277) Kijtto (278) Ìsámàyʌkà (279) Wai onia (280) Agsukul (281) Birepo (282) Anugurihiitosumi (283) Angen (284) Grassias (285) Tampi asiq (286) Miigwech (287) Tapadh leat (288) Helem foi (289) Ke a leboga (290) Yooz ma samsisíin xo (291) Ke a leboha (292) Ke itumetse (293) Tà byu\’ dô law (294) Gǝzέk xár (295) Thuchi che (296) Marahaba (297) Iráque (298) Grazzii (299) Mehrbani (300) Ngiyabonga (301) Dakujem (302) Mahad sanid (303) Yala bak allah (304) Z\’e\’kujom se (305) Chn lm-s-cút (306) Shalamat (307) Denkâ (308) Hatur nuhun (309) Tawdi (310) Inwali (311) Dankschee (312) Jəpən (313) Salamat (314) Oáan (315) Ganta (316) Weebale (317) Tanumert (318) Chin\’an (319) Tsen\’ii (320) Rahmat türi (321) Day fon (322) Dhanyavaadaalu (323) Mataa (324) Kuunda (325) Khawp khun (326) Tujechhe (327) Salamat (328) Nginja nguwuri (329) Yuj (330) Malo (331) Alakara (332) Paxkatkatzinil (333) Way dankoo (334) I nkomu (335) Tarima kasi (336) Tesekkurler (337) Sag bol (338) Fakafetai (339) Wokolawal (340) Nihei deebiru (341) Дякую (342) Qaqaasakuq (343) Danyavad (344) Malo (345) Tashakkur (346) Bai-ka-way (347) Kitän (348) Aitüma (349) Ciitän (350) Bareka (351) Terima kasih (352) Wiyarrparlunpaju-yungu (353) Depelda mat doyut (354) Shya jya nong (355) Ndiyabulela (356) Balika (357) Ayoi (358) Kammagar (359) a dank (360) Ki\’ bolal (361) Mis tatk (362) Yo manymak (363) Quyana (364) Tambuahẽẽ (365) Fofo (366) Ngiyabonga.

Al revés

alreves

Saltándome las instrucciones, comencé a leer el texto que en realidad era una imagen de un texto (¿es lo mismo?) hasta que llegué a la primera falta de ortografía. No pensé que no fuese a llegar, ni siquiera, hasta el primer signo de puntuación.

Luego, procedí a leer las instrucciones. Allí, por supuesto, también había faltas de ortografía y una redacción descuidada por decir algo.

Pierdo tiempo porque estoy cansado, muy cansado de utilizar el tiempo en asuntos que parecen no importarle a nadie más que a mí. Me siento muy solo. No importa demasiado (salvo a mí). Seguiré perdiendo el tiempo irremisiblemente: no tengo arreglo.

Sobre los evenki

ramatungus

He comenzado hace unos días a clasificar las lenguas de la rama tungús o tungú-manchú de las lenguas altaicas, con todas las salvedades que caben ser hechas, pero he tenido un rato de diversión matemático-atípica encontrando este texto sobre la historia de las etnias evenki y sus lugares de habitación:

Los evenki fueron en sus orígenes un pueblo nómada, por lo que solían vivir en campamentos formados por diversas tiendas. En idioma evenki, estas tiendas, generalmente de forma redonda, son conocidas como cuoluozi. Aunque el tamaño de las tiendas variaba según la estación del año y el tamaño que tuviera la familia, solían medir unos tres metros de ancho por cinco metros de diámetro.

Y yo no paraba de pensar ¿redondas? ¿ancho? ¿diámetro?.

Así que no he terminado de entender si el error estaba en que no eran «redondas» sino redondeadas, que podríamos considerar elípticas, aunque hablar de diámetro en este caso no sería muy razonable, o si el error estaba en que los metros de ancho en realidad serían de alto.

Evidentemente error hay, ya sea matemático o de redacción. Supongo que más bien será esto último si me fijo en una de las fotografías que he encontrado sobre una de las viviendas evenki en Siberia:

Esto no es una broma