Iniciación a la Escritura Poética China

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Un taller para divertirse y aprender a juguetear con lo que otras culturas usan en su poesía.
**** No es necesaria experiencia previa. (Ni conocimientos de chino :-)) ****

El curso estará dividido en las siguientes secciones:

1.- Contexto histórico-cultural. Sincretismo: Taoísmo-Confucionismo-Budismo.
2.- Forma y Contenido de la Escritura Poética China. (文)
3.- Edad de Oro: Poetas de la Dinastía Tang (唐朝).
4.- El grafismo, disposición tipográfica: Una poética de trascendencia visual.

En China, las artes no están divididas en compartimentos: un artista se dedica a la práctica triple poesía-caligrafía-pintura como a un arte completo en el que se ejercen todas las dimensiones de su ser.

¡Para turbar el Cielo y la Tierra,
para conmover las divinidades,
nada iguala a la Poesía!
Zhong Hong (¿-518?)

La civilización china es una de las más fascinantes creaciones del espíritu humano. Todo en ella es descomunal y da la impresión de que a largo de su historia los chinos han sido incapaces de hacer nada a pequeña escala. En China, todo es vasto, toda cifra tiende al infinito, todas las extensiones son enormes, ya sea en el espacio o en el tiempo.

Cuando en el siglo XVIII les dio por recopilar la poesía Tang, reunieron 48.900 poemas de 2.200 autores. Aún así, se calcula que no es más que un diez por ciento de todo lo escrito en la época. Los nombres de Li Po (李白), Wang Wei (王維), Tu Fu (杜甫) o Bai Chüyi (白居易) son suficientes como para considerar estos años como poéticamente inigualables.


Datos Prácticos:
Plazas limitadas. Grupos de un máximo de 10 personas. (mínimo de 4 personas)
Fechas: Jueves de JUNIO 2016
Horario: 21:00-22:00
Cuota: 40 Euros (5 horas)
Inform. y Reserva: poesia@clave53.org // 655 99 04 13
Coordinador: Giusseppe Domínguez (www.giusseppe.net)
Lugar: C/Costanilla de los Ángeles, 2, Esc. Izda. 1-Dcha. Metro Ópera (L2, L5). A 5 minutos de SOL.

Haikus a vuelapluma

El bolígrafo
navega por la mesa
hacia el horizonte.


La llave inglesa
en mitad del gentío
salió corriendo.


Con una navaja
el ojo se desgrana
sin desangrarse.


Los agujeros
en medio de la noche
cubren estrellas.


Cascos azules
sin defender la lucha
sólo fornican.


Entre colores
la blandura del lecho
te rememora.


Oreja horizontal
labios al cielo
besando playas.


Geometría
quebrada por el eje
de asimetría.


Sobre la hoja
cinco figuras negras
son una sopa.


Cara borrosa
cara desdibujada
cara sin cara.


En la pared
las grietas amenazan
con salpicarte.


Último rastro
del uso del azul
matando el blanco.


Batiburrillo
gritos en el alfeizar
de la ventana.


Rotuladores
olvidan los pinceles
con el idioma.


Bajo las líneas
la hoguera no es hoguera
para medirse.


El superhéroe
se siente perseguido
por su alterego.


Sobre el mechero
reflexiona la luz
de mil colores.


Con una hormiga
escala la pared
la poesía.


Campo de algodón
carga de brillos
los dos recuerdos.


Grutas de cal
donde lo diminuto
ya no soy yo.


Por Isadora
me mudo de ciudad
sin paliativos.


Huellas profundas
recuerdan que tu paso
marcó mi vida.


Dígitos locos
carentes de sentido
son sólo un eco.


Presentación de Optimismo Radical

Después del viernes pasado, quedó registrado el evento completo de la Presentación del libro de poesía Optimismo Radical de Juan Carlos Ortega en el Centro de Arte Moderno, que tuvo a bien grabar para la posteridad (!) uno de los coordinadores del espacio.

Me encuentro nervioso e inquieto, pero ese mismo nerviosismo ayuda a dinamizar una presentación que resultó divertida, poética y hasta se hizo breve, durando una hora.

En un momento dado de la misma, leí las definiciones de la RAE de las palabras Optimismo y Radical, por si aquello aportaba alguna luz sobre el asunto titular:


Definición

optimismo. Del fr. optimisme, y este del lat. opt?mus ‘óptimo’ y el fr. -isme ‘-ismo’. 1. m. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. 2. m. Fil. Doctrina que atribuye al universo la mayor perfección posible.

óptimo, ma. Del lat. opt?mus. 1. adj. Sumamente bueno, que no puede ser mejor.

radical Del lat. tardío radic?lis, y este der. del lat. radix, -?cis ‘raíz’. 1. adj. Perteneciente o relativo a la raíz. 2. adj. Fundamental o esencial. 3. adj. Total o completo. Cambio radical. 4. adj. Partidario de reformas extremas. U. t. c. s. 5. adj. Extremoso, tajante, intransigente. 6. adj. Bot. Dicho de cualquier parte de una planta: Que nace inmediatamente de la raíz. Hoja, tallo radical. 7. adj. Gram. Perteneciente o relativo a las raíces (? de las palabras). 8. adj. Gram. Dicho de un segmento morfológico: Que constituye la raíz de la palabra. U. m. c. s. m. 9. adj. Mat. Dicho de un signo (?): Que indica la operación de extraer raíces. U. t. c. s. m. 10. m. Quím. Agrupamiento de átomos que interviene como una unidad en un compuesto químico y pasa inalterado de unas combinaciones a otras.

Etimología

La palabra «raíz» viene del latín: radix. La raíz en botánica, es el órgano de las plantas que les permite fijarse al suelo y a la vez extraer las sustancias nutritivas del mismo. Por analogía, se emplea la palabra raíz con muchos fines. Así, por ejemplo, la raíz de una palabra es la parte invariable de la misma donde está encerrado el concepto sustancial de la misma y que dará lugar a la formación de una familia de palabras cambiando su terminación, que es la parte variable de la palabra; generalmente la raíz de las palabras provienen de las palabras más antiguas que dieron origen al concepto, como ya habrán leído en muchas etimologías.

La palabra latina «radix» se asocia con una raíz indoeuropea *wrad, presente también en las palabras rama, ramera, derrame, etc.

La palabra «optimismo» viene del adjetivo latino «optimuus» ‘muy bueno o buenísimo’, que sirve de forma superlativa a «bonus» ‘bueno’. Pese a su origen latino, «optimismo» no se documenta en castellano hasta 1787 en una obra de Juan Pablo Forner y habría que esperar hata 1848 hasta encontrar otro ejemplo de «epicúreo optimismo» en los escritos de Nicomedes Pastor.
El concepto de optimismo fue elaborado por el filósofo alemán Leibniz (1646-1716), quien particularmente en su Teodicea desarrolla la idea de lo «optimum» dado que Dios necesariamente había creado el mejor de todos los mundos posibles. Estas ideas fueron satirizadas por el francés Voltaire en su famosa y paródica obra «Candide ou l’Optimisme» (1759)

Lógicamente, el antónimo exacto de optimismo sería «pesimismo», tomado del latín «pessimus» ‘muy malo’, superlativo correspondiente del adjetivo «malus» ‘malo’. Esta voz es algo posterior, ya que en francés se documenta por primera vez en 1759 como pareja antagónica de optimisme.

Hay que decir que «optimus», tiene diferente raíz. Su raíz op- es la de «ops, opis» (recurso, riqueza, ayuda). Así pues designa etimológicamente la situación álgida de recursos, riqueza y fuerza, material sobre todo, de modo que el optimismo se fundamenta en tener «opulencia». Opulento y opíparo, por ejemplo, son palabras que comparten raíz con óptimo y optimismo.

Presentación del libro de poesía de Juan Carlos Ortega

Presentación del libro de poesía

Optimismo radical

de

Juan Carlos Ortega

Editorial Cuadernos del Laberinto

Viernes 20 de mayo, 19 h

Entrada libre y gratuita hasta completar aforo

Participan

Giusseppe Domínguez

Juan Carlos Ortega


 

Juan Carlos Ortega entiende la poesía como ese lugar donde guardar recuerdos, vivencias, herramienta para aprehender el mundo, y al tiempo juguete y varita mágica con la que construir nuevas experiencias, telescopio para explorar el universo, puzle, siempre puzle. Como sabe que este instante presente nunca volverá, ansía fijarlo por escrito. Para este autor la poesía no es una entelequia, sino tangible manifestación de su forma de estar en el mundo.
Este es un libro para todos los que se atrevan a sentir, a leer, a jugar, a amar, a vivir, este es un libro para ti.

Juan Carlos Ortega. Madrid. Licenciado en Filología hispánica. Cursó estudios de Doctorado en el programa de Literatura española moderna y contemporánea. Profesor de Lengua y Literatura desde el año 1991 en los niveles de ESO y Bachillerato. Publicó los poemarios Regreso (2010), y Canto cotidiano (2012);y ha participado en antologías como Tragaluz 17 (2011),Verso Cero (2013), Amor. Poesía amorosa contemporánea (2014), Haré confeti de mis versos (2014) y 21 poetas sin ánimo de título (2015). Ha realizado cursos de formación actoral y participado como actor en obras como Las mariposas son libres, de Leonard Gershe; Fuera de quicio, de José Luis Alonso de Santos; Terror y miseria de todos los tiempos, montaje a partir de textos de Bertolt Brecht y José Sanchís Sinisterra. Además ha sido profesor de taller de teatro y ha dirigido diversos montajes. También ha realizado estudios de formación en Terapia Gestalt; y en la actualidad está formándose en Constelaciones Familiares Sistémicas y está estudiando el grado en Psicología (UNED). Además trabaja como terapeuta.

Sin embargo

se mueve

con agonía pausada
con violencia recogida
con agonía
con violencia
agónico
violento

agonía
violencia

sin embargo
los adjetivos buscan sustantivos
a los que acompañar
para enamorar un verbo
y hacerse carne
de cañón
o poesía.

Humo negro

neumáticos ardiendo
en el infierno
es el infierno

neumáticos neumónicos
que arden sin tregua
en la fragua
que se fraguó
años ha

neumáticos imposibles
con alma de chancla
con cuerpo de muerte
con beso de hiel
con labios de plomo
con sueños de olvido
con ansias de masa
con vientos de popa
con humos inhumos

neumáticos sordos
a las regulaciones
a las voluntades
a la entropía
a la felicidad

neumáticos sin otro fin
que el de arder
para ocultar
mutando
su origen
verdaderamente
negro
arraigado en el corazón ansioso de una liberalización mercantil que propone como sostenimiento el insostenible crecimiento egoísta y con alguna que otra consecuencia en forma de humo
negro
muy negro
muy
muy negro

Introduce el título aquí

comienza diciéndome el gestor
de contenido de mi diario
que muchos llamarían blog

y le hago caso
y escribo un título que tenga que ver con el texto
de aquello que tecleo
porque rara vez copio y pego
en un rectángulo blanquecino rodeado de infinidad
de estímulos que sirven para indicar
qué tipo de material
discursivo
estoy introduciendo en mi diario
que muchos llamarían blog

algunos rectangulitos superiores a este en el que ahora mismo
estoy escribiendo
contienen unas letras que sirven para indicar
para qué sirven
como si eso fuese suficiente para saberlo
como si este diario
que muchos llamarían blog
debiera tener o contener imágenes
listas
enlaces
letras con distintos efectos tipográficos
o alguna otra cosa que cautive los ojos de un potencial
lector
inapresable
de este diario
que muchos llamarían blog

tras unas 134 palabras y con un borrador guardado a las 11:43:12
considero que la sarta de inutilidades
que tenía que escribir hoy
está cubierta sobre este estúpido diario
que muchos llamarían blog

Máquina de coser

maquina de coser

Para mí siempre fue un misterio
cómo esa aguja avanzaba
el línea recta
cosiendo los bajos de un pantalón
que a veces se llamaban pantalones.

No podía entender de qué manera
se enhebraba a tal velocidad
ni de dónde salía el hilo
que realizaba ese milagro.

Mi madre se sentaba a su Singer
y hacía girar una rueda
que mantenía a una velocidad
angular más o menos constante
mediante el traqueteo de un enorme pedal
bajo la máquina.

Era una máquina antigua
como de otra época
que certificaba que mi madre era mi madre
y que aquel ingenio podría bien haber sido de la suya.

El hilo solía ser de un tono ocre
o blanco
y surcaba los tejidos como hormigas
invertidas.

Me quedaba mirando con cara de tonto
ese ir y venir de la aguja sobre la plataforma
metálica en la que ocurría el misterio.

Pasó mucho tiempo
hasta que me olvidé de esa maravilla de la técnica
que permitía
sin más ayuda que la energía mecánica
principalmente cinética
coser
como cosiendo y cantando.

Pero aquellos eran otros tiempos
y la máquina de coser
ya no busca paraguas para cohabitar con ellos
sobre una sorprendida mesa de disección.

La máquina de coser
es hoy mucho más prosaica
o yo no soy capaz de ver
la poesía que encierra.

Yo nunca aprendí a coser
en condiciones
pero porque tenía que poder hacerlo
menos manualmente que con un hilo enhebrado
y pinchándome en el dedal de aluminio o cobre
con unas delicadas marcas semiesféricas convexas
en una superficie cubilítica.

Creo que me había puesto muy alto el listón
comparándome con ese invento imposible de desentrañar.

La época de las comparaciones ha pasado
pero sigo sin coser.

Sin embargo
la máquina sigue
recordándome mi infancia
a mi madre
y un tipo de mirada que sólo recupero
cuando tengo ganas de escribir un poema
como este.

¿Es quejarse de la queja una queja?

Al modo de paradoja de Russell
no tengo claro
si quejarse de la queja
es una queja
o estar tan harto de las quejas
como para no quejarse jamás
salvo resquebrajarse.

queja quejica
quejumbrosa queja
queja quejitoide
quejido quijotesco
queja quejocosa
quejocoso quejoso

queja casi quijada
queja con quien se queja
quejadera en el quejigar
quejada en el quejigal
quejido
quejido
quejido
queja queja
y más queja
hasta el final.

Esto no es una broma