Recuerdos de recuerdos

El sábado pasado presentamos, por fin, los dos poemarios que habían quedado apartados de estas tablas en un lugar estupendo: El Centro Social Pasillo Verde Ferroviario que nos ofreció la «camarada» Irene Chacón y donde es posible que presentemos este año el colectivo.


Fue un regalo de presentación: divertida, juguetona como siempre, emotiva, poética.

Nos fuimos a comer, Susana, Ernesto, Andrea y yo, a una terracita y surgieron ideas alocadas, como siempre, al calor del solete primaveral. Teñimos de amapolas «blau grana» la sala, con cigarras papiroféxicas (diseño de Andrea Vidal) que habíamos hecho por la mañana.

Por la tarde, cuando Irene nos recogió, decoramos el local con las amapolas y las cigarras, colgamos unos farolillos (cortesía de Susana Olalla) y unas cianotipias de «La cigarra azul» que yo había realizado el 2021 y que os llegaron a muchas personas por correo postal aquel verano.

Fue bonito y acogedor. Además de sus propia poesía, las personas presentes leyeron poemas de todas las ausentes, tanto de «Amapolas desde el balcón» como de «La cigarra azul«.

Anita Ges leyó (o eso) un poema suyo en Código Morse que había presentado en el libro de Amapolas. Yo lo traduje a un castellano telegráfico.

Poetas presentes en la presentación fueron:

JMariano Velázquez, Irene Chacón, María Jesús Orella, Pepa Delgado, Anita Ges, Pablo Velado Pulido, Inmaculada Sánchez Cuesta, Susana Olalla Serra, Ernesto Pentón Cuza y Andrea Vidal Escabí.

Terminamos el evento con un pequeño acto dadá, leyendo a 5 voces simultáneas poemas al azar de Amapolas desde el balcón.

Les regalé a cada una de las personas que representaron al total una cianotipia marcapáginas de recuerdo, sintiendo que era lo mínimo que podía hacer por su compromiso con el acto y con la poesía.

No encuentro el vacío

No encuentro el vacío,
está justo debajo de la almohada,
esa a la que le preguntas todo
y mira oteando el paisaje
con la locura de un ojo
y el amor profundo de las luciérnagas
que es más puro que una lámpara de mesa.

Clic y aquí se apaga todo
con el permiso de la autoridad
para el descanso de personal
por motivos que se ocultan de las curiosas
cerró los ojos
sin morir.

Presentación de Amapolas desde el balcón y La cigarra azul

Sábado 25 de marzo a las 19:00 en Centro Social Pasillo Verde Ferroviario presentación de 2 antologías poéticas escritas durante periodos en los que parecía imposible que la lírica se sostuviera… ¡y nos sostuvo!
Amapolas desde el balcón y La cigarra azul

Entrada completamente gratuita.

Han participado las siguientes personas en estos dos cursos casi ya olvidados, duros, de pandemia, confinamientos, restricciones, que han hecho posible que la poesía siguiera abriéndose camino en la realidad:

Alejandro Gallego, Andrea Vidal Escabí, Anita Ges, Armando Silles McLaney, Dunia Ben-Aissi, Ernesto Pentón Cuza, Ester Morales García, Francisco Domínguez Agudelo, Inmaculada Sánchez Costa, Irene Chacón, Isabel Jiménez Moreno, Javier Jiménez, Javier Villa, JMariano Velázquez, Kay Woo, Leticia Rejas Rujas, Lucía Herrero Villazán, María Jesús Orella, María José Gómez Sánchez-Romate, Mónica Rubio Jara, Pablo Velado Pulido, Paula García Izu, Pepa Delgado, Raquel Gómez, Sal Ander, Susana Olalla Serra, Vanessa López, Yolanda Jiménez 2020 y 2021.

Los bolígrafos marcan la hora

2 bolígrafos bic
azules de punta gruesa
de 1,6 milímetros de diámetro
situados
como reloj analógico
marcando las doce y diez
aproximadamente.

2 bolígrafos bic
azules
proyectando
la falacia
de la eternidad
contenida en ese instante.

2 bolígrafos bic
azules
ignorando
mi punto de vista
sobre
2 bolígrafos bic
azules de punta gruesa
y su cariño ancestral.

Los días

Los días se suceden
como generaciones de lemmings
tirándose al precipicio del olvido.

Las semanas vuelan
en low-cost
casi sin poder respirar.

Los meses caen
hojas de calendarios
quedándose desnudos.

Las estaciones emigran
dejando tras de si
un rastro de cadáveres.

Los años pasan
de largo
abonando de nieve mi cerebro.

Las décadas emergen
única medida con sentido
para afrontar la vida.

¿Y las horas?
¿Y los minutos?
¿Y los segundos?

¿Y este instante?

Cuando la cigarra despertó…

el dinosaurio…

[¡QUE NO, QUE NO ES OTRO MÁS DE ESOS CUENTOS!]

Repito:

Cuando la cigarra despertó
de su sueño feliz,
la hormiga
era vieja,
su sueño era plácido.

[TAMPOCO DOMINGO]

Vuelvo a intentarlo:

Cuando la cigarra despertó
de su sueño feliz,
la hormiga
había construido
una ciudad que habitar
donde las cigarras tenían
prohibido cantar.

Cuando la cigarra despertó,
también envejecida,
su sueño feliz,
ahora ajado,
se había desvanecido.

(Como si un dinosaurio
(llamado vida)
lo hubiese pisoteado).

Esto no es una broma