Mascarada

máscara

No comprendo el atractivo de las máscaras
que siempre me han dado miedo
y una sensación de insinceridad
que no me agrada.

Ayer me trajo Carmen esta
máscara
de parte de sus sobrinos
para mí.

Ellos suponen que me debe de gustar
porque a ellos les gusta
pero a mí me espantan
las máscaras.

Me disgustan incluso
esas pretendidas máscaras de alta gama
llamadas venecianas
o las de teatro griego antiguo
o teatro romano
o teatro de máscaras.

Me aterran y desagradan
las abomino
y yo
con una máscara puesta
me doy un cierto miedo a mí mismo
como no reconociéndome
sintiéndome poseído por una otredad
que
aparte de oscura
resulta ignota
violenta
fea
y algo gorda.

Lo único que siento agradable de las máscaras
es el hecho
de que suele ser fácil
quitárselas.

¿Qué se vende, la ropa o el hombre?

VentaHace unas semanas guardé esta foto en mi memoria (digital y neuronal) porque me ocasionó una especie de convulsión mental: ¿Qué se vende, la ropa o la humanidad?

Mi sensación es que con la oferta de comprar, quien se está vendiendo es, curiosamente, el comprador. Vendiéndose a un sistema que necesita engullir su demanda fabricada por la oferta, una demanda artificial, una demanda virtual, falsa, innecesariamente satisfecha, insatisfactoria por esencia para perpetuar el hábito de compra y mantener la cadena temporal de la adicción (que no adición (querida Aída)).

La imagen me parece tremenda, no sé por qué, pero me lo parece. Me indigna y me subleva, pero lo único que hago es (aunque quizá no es tan poco) huir: salgo corriendo de centros comerciales o tiendas como Zara, Lefties, etc… Me empieza a entrar una angustia similar a la que siento en una iglesia cristiana, ganas de volverme sociópata… no sé, pero algo en mí no acaba de encajar… ¿o soy de los pocos que sí encajan en algo que aún no existe? ¿soy un elegido? ¿un ser superior, a la manera Nietzschiana? ¿O solamente un marginal que ansía encontrar su lugar?

El final del proyecto sobre el Tractatus

Terminado el proyecto sobre el Tractatus, con la acción que realicé en El Patio de Martín de los Heros. El resultado, por decirlo así, queda en esta página, para quien guste curiosear.

Algunas fotos que realicé intentando que coincidieran con las horas en punto. Que sirvan como complemento a esa documentación que casi nunca adquiero ni requiero.

Fotos de líneas, composiciones…

Art Basel

Me encantan las fotografías como esta, de límites claros, de líneas y composiciones espaciales tan definidas, bien enmarcadas, con la luz adecuada, con una equilibrada mezcla de colores y conteniendo texto, por casualidad. Los edificios son tan bellos cuando se piensa en ellos como geometría espacial…

Esta foto está realizada en nuestra estancia en Basel, durante el encuentro de arte en el que fuimos programados, en el off del mismo.

Messe BaselCarmen y yo teníamos un billete para viajar por la ciudad durante tres días en todos los transportes públicos que deseasemos usar y llegamos hasta el lugar en el que se montaría la feria, casi por casualidad. Me gustó el edificio, claro, diseñado por Vom Herzog & de Meuron, que me recordaba la impactante belleza del edificio que había visto de Frank Gehry.

Libros Agotados

libros agotados

¿Agotados por cansados o por terminados?

¿Cómo un libro está cansado? ¿De qué? ¿De ser leído? ¿De no serlo? ¿De aguantar tantas letras en sus lomos? ¡Ay, que no doy con una respuesta convincente!

Si están terminados… ¿Cómo es que los tienen? ¿No se trata de una contradicción? ¿Una broma?

No pude dejar de fotografiar ese pequeño estante de libros en la calle. Un misterio insondable había tras las palabras del rótulo.

2 momentos cerca de las torres de Madrid

Llegando a Colmenar Viejo

Esta primera fotografía la realicé desde el tren, cerca de la estación de cercanías de Colmenar Viejo, recordando mi lejano proyecto. Eran las 10:30 del 1 de abril de 2013.

Llegando al Barrio del Pilar

Ese mismo día, 1 de abril de 2013, acercándome al lugar en el que imparto clases de Química (y matemáticas) a mi alumna preferida, en el Barrio del Pilar, desde el Hospital Universitario de La Paz, donde me había bajado del autobús 725 proveniente de Colmenar Viejo. Eran las 18:45. Estaba al comienzo de la Avenida de Monforte de Lemos.

Esto no es una broma